domingo, 15 de junio de 2008

Juan Pablo II y el Secreto de Fátima

Por Xentor Xentinel


La historia tiene incógnitas absolutamente inexplicables y ocurren hechos que parecen meras coincidencias, pero que están ligados misteriosamente.

En 1917, la Primera Guerra Mundial llevaba tres años matando gente. La recién inventada ametralladora liquidaba fácilmente 15.000 hombres en una tarde. Europa se desangraba.

Este era el panorama cuando, el Mediodía del 13 de Mayo de 1917, en Cova da Iria, un paraje cercano a Fátima (Portugal), una Entidad Femenina se apareció a tres niños pastores: Lucía y sus primos hermanos Francisco y Jacinta (de 10, 9 y 7 años, respectivamente). Pidiéndoles que regresaran todos los días 13 de los cinco meses siguientes.

Ese día sucedieron dos acontecimientos íntimamente ligados al Portento de Fátima: en Rusia los bolcheviques saquearon por primera vez un templo, y en el Vaticano el Papa Benedicto XV consagraba como nuevo Obispo a Eugenio Pacelli, quien se convertiría en el futuro Papa Pío XII y que como tal coronó a la Virgen de Fátima como «Reina de la Paz». Fue una jornada en la que se subrayó el significado de tal coincidencia.

Sólo Lucía podía ver, escuchar y hablar con la Señora. Jacinta podía verla y escucharla, pero no podía hablar con ella. Y Francisco, únicamente podía verla.

Cuando ocurrieron las Apariciones, la prensa se mostró absolutamente escéptica. Los niños fueron ridiculizados, perseguidos y hasta encarcelados. La Iglesia portuguesa fue acusada de incitar al engaño y a la superchería.


LOS SECRETOS DE FÁTIMA

El 13 de Julio, la Señora dio a conocer a los niños los Secretos de Fátima, normalmente concebidos como los Tres Secretos, aunque también puede concebirse como un sólo Secreto en tres partes.

Primeramente, la Señora mostró los niños una aterradora visión de un mar de fuego, y les dijo:
«Han visto el Infierno, donde van a terminar las Almas de los pobres pecadores. Para que puedan ir al Cielo, el Salvador quiere instituir en el mundo la devoción de mi Corazón Inmaculado. Si se hace lo que les voy a decir, muchas Almas se salvarán y se tendrá la paz».
A esto se le conoce como el Primer Secreto. A continuación, la Señora dijo:
«La guerra está por terminar, pero si no se deja de ofender al Señor, bajo el reinado de Pio XI comenzará otra peor.

»Cuando vean una noche iluminada por una luz desconocida, sepan que es el Gran Signo que Dios les da del próximo castigo de los Pecados del mundo por la guerra, el hambre, la persecución contra la Iglesia y contra el Santo Padre.

»Para impedir esto, vendré a pedir la Consagración de Rusia a mi Corazón Inmaculado y la comunión reparadora de los primeros Sábados.

»Si se escuchan mis peticiones, Rusia se convertirá y habrá paz. Si no, ella propagará sus errores [Comunismo Ateo] por el mundo, provocando guerras y persecuciones contra la Iglesia.

»Muchos de los buenos serán martirizados. El Santo Padre tendrá que sufrir mucho. Algunas Naciones serán aniquiladas. En Portugal, el Dogma de la Fe se conservará siempre».
A esto se le conoce como el Segundo Secreto. Cuando los niños escucharon este mensaje, aún no se iniciaba la Revolución Rusa y no había indicios de que ello ocurriese, y menos que los Comunistas triunfarían.

De hecho, Lucía nunca antes había oído la palabra Rusia, e imaginó que era una mujer que había que rescatar del pecado. En cuanto a Pío XI, no sabía si era un Rey, un Papa o un personaje de otro tipo, pero parecía alguien importante.

A continuación, la Señora agregó una nueva revelación, que llegó a ser conocida como el Tercer Secreto de Fátima, mismo que permaneció oculto durante todo el Siglo 20. Finalmente, agregó:
»Pero al fin, mi Corazón Inmaculado triunfará, el Santo Padre me consagrará a Rusia, que se convertirá, y será concedido al mundo un período de paz».

LA DANZA DEL SOL

El 13 de Octubre de 1917, fecha de la Sexta y Última Aparición de la Virgen, se congregaron en el lugar unas 50.000 ó 70.000 personas. Llovía torrencialmente. Al mediodía los tres niños llegaron a la cita. Arrodillados oraban. Repentinamente, Lucía se puso de pie y exclamó:

—¡Miren! ¡Miren el Sol!

Los peregrinos observaron un espectáculo insólito. Gonzaga da Fonseca, presente en el lugar, relató el fenómeno:
«La lluvia cesó inmediatamente, las nubes se abrieron y apareció el disco solar como una luna de plata, que se puso a girar vertiginosamente sobre sí mismo, semejante a una rueda de fuego, proyectando en todas direcciones haces de luces amarillas, verdes, rojas, azules y violetas, que colorearon fantásticamente las nubes, los árboles, las rocas, la tierra, la muchedumbre inmensa. Se detuvo algunos momentos y luego empezó de nuevo su danza de luz como una rueda de fuegos artificiales hecha por los más audaces pirotécnicos.

»Se detuvo de nuevo para iniciar por tercera vez, más variado, más colorido, más brillante, aquel fuego de artificio. La multitud estática, casi sin respirar, contemplándola. Hubo un momento en que todos tuvieron la sensación de que el sol se iba a separar del firmamento y a precipitarse sobre ellos. Un grito único, intenso, brotó de todos los pechos. Traducía el terror de todos y, en las varias exclamaciones, expresaban la diversidad de sentimientos: ¡Milagro! ¡Creo en Dios! ¡Ave María!».
La prensa lusitana, reacia a las apariciones, relató así lo sucedido en aquella jornada. El diario «Ordem» escuetamente relató:
«El Sol, en cierto momento rodeado de llamaradas escarlatas y rayos auroleados de amarillo y púrpura intensos, parecía moverse muy rápido y como giratoriamente».
En tanto, el diario gubernamental y ateo «O Seculo», de Lisboa, informó:
«No tardamos en asistir a un espectáculo único y comprensiblemente increíble para aquellos que no lo hayan podido presenciar. Se diría que es un eclipse, pero he aquí que se levanta un gran clamor, algo que parece que estallará en el pecho de miles de espectadores a quienes oímos gritar: ¡Milagro, milagro!».
El diario «O Dia», de Lisboa, precisó:
«Al mediodía la lluvia cesó. El Sol mostraba un velo diáfano, de modo que se le podría contemplar fijamente. El color perlado se convirtió como en una lámina de plata que se quebrantó cuando las nubes se separaron y el plateado sol envuelto en la misma gasa luminosa perlada fue contemplado como girando en el círculo. Un grito salió de todas las gargantas y la gente cayó de rodillas».
Pese a ello no han faltado las críticas. Se ha dicho que se trató de una alucinación colectiva, pero esto no explica que tuvieran la misma visión personas que estaban a 40 kilómetros de distancia.


DESPUÉS DE LAS APARICIONES

Poco después, el 7 de Noviembre de 1917, se iniciaba la llamada Revolución Rusa. El Comunismo Ateo empezaba a extender sus «errores».

El 4 de Abril de 1919, Francisco moría, afectado por la gripe española, y el 20 de Febrero de 1920, Jacinta moría por la misma razón. Ambos niños murieron en olor de santidad.

Mientras tanto, Lucía aprendió a leer, como le había pedido la Señora, se hizo Monja Dorotea, y luego ingresó al claustro como religiosa carmelita. Su soledad fue interrumpida por varias apariciones de la Señora.

Mientras tanto, el 18 de Mayo de 1920, durante un Eclipse de Sol en Wadowice (Polonia), nacía Karol Wojtyla, el futuro Papa Juan Pablo II (íntimamente relacionado con el Tercer Secreto de Fátima), en la misma cama donde, poco antes, había fallecido su hermana.

Desde entonces, vivió marcado por la muerte de sus más cercanos. Tanto así, que Karol vivió plenamente convencido de que cada vez que en su vida ocurría algo bueno, tenía que pagar una especie de Karma, que recaía en alguien de su entorno… y que terminaba falleciendo...

El 13 de Junio de 1929, en Tuy (España, cerca de la frontera con Portugal), la Señora volvió a aparecerse a Lucía, para decirle:

—Ha llegado el momento en que Dios pide al Santo Padre, en unión con todos los Obispos del mundo, la Consagración de Rusia a mi Corazón Inmaculado, prometiéndole de este modo, la Salvación.

Lucía hizo todo lo que le fue posible para llegar con sus peticiones a los Obispos y al Papa. Pero no le fue fácil, tropezaba con la desconfianza en la realidad de sus apariciones personales y con la burocratización de la Iglesia.

Durante muchos años, Sor Lucía intentó que los mensajes de la Virgen llegasen hasta el Papa. Pero el tiempo pasaba y los encargos de la Señora se demoraban mientras Rusia, y otras naciones como España, se desangraban por la persecución a la Iglesia que pretendía eliminar físicamente a los cristianos.

Los Obispos portugueses hicieron lo que estaba a su alcance: permitir oficialmente el culto a la Señora de Fátima, invitar a la devoción de los cinco primeros Sábados de mes pedida por la Virgen y consagrar Portugal desde Fátima a la Virgen el 13 de Mayo de 1931. En esa consagración, prometieron que, si se evitaba a Portugal la guerra y las persecuciones religiosas que estaba sufriendo España, volverían a Fátima para dar las gracias a la Virgen, cosa que cumplieron en 1938.


LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

La noche del 24 al 25 de Enero de ese año, cuando todavía gobernaba el Papa Pío XI, una misteriosa aurora boreal iluminó los cielos de Europa durante varias horas. Seis semanas después, Hitler invadió Austria dando inicio a un conflicto internacional que desembocaría en la Segunda Guerra Mundial, el 3 de Setiembre de 1939.

Una semana antes de iniciarse la Guerra, se produjo otro fenómeno similar: la noche europea se iluminó intensamente por una luz de tonalidad rojiza. La Profecía se Fátima se cumplía.

En 1940, cuando Karol Wojtyla contaba con 20 años de edad, un acontecimiento cambió el rumbo de su vida. Una tarde, al volver del trabajo, un camión alemán le atropelló. Su cuerpo, inerte, aparentemente sin vida, acabó en la cuneta. Minutos después, una mujer le descubrió y llamó a una ambulancia para trasladarlo al hospital.

Ya camino de la clínica, la misteriosa mujer dio sus datos personales para que el afectado se pusiera en contacto con ella si salía con vida. Sin embargo, posteriormente se confirmó que aquellas referencias no eran reales.

Para Wojtyla, la mujer que le descubrió y salvó la vida era la Virgen, quien habría aparecido para rescatarle. Así comenzó la devoción mariana que habría de marcar el resto de su existencia. Incapacitado para seguir trabajando a causa de las lesiones sufridas en este percance, el joven cayó en una fase mística y acabó entrando en un Seminario.

Mientras tanto, el Tercer Secreto de Fátima continuaba manteniéndose celosamente. En 1944 fue entregado al Monseñor Da Silva (Obispo de Leira), quien lo guardó en una caja fuerte y ordenó que tras su muerte fuera enviado al Patriarca de Lisboa. Asimismo, Lucía, pidió que fuera comunicado al mundo luego de su muerte o bien en 1960, «porque entonces se verá más claro».


LA VIRGEN PEREGRINA

El escultor portugués José Ferreira Thedim ha tallado en madera varias imágenes de la Virgen de Fátima. Las primeras que hizo fueron vistas por Sor Lucía y retocadas siguiendo sus observaciones. Dos de ellas hicieron viajes de ida y regreso como «peregrinas».

La primera en viajar, en 1946, fue la imagen que estaba en Fátima, que se movilizó en peregrinación hasta Lisboa y regresó. Al llegar al pueblo de Bombarral, dos palomas se acomodaron en el pedestal de la imagen, como haciéndole compañía. A pesar de los ruidos (campanas, petardos, aplausos, cohetes) las palomas no se movieron, y acompañaron a la Virgen hasta Lisboa. A veces levantaban vuelo, revoloteaban sin alejarse mucho y regresaban al pedestal.

Al homenaje de esas palomas se sumaron otras. En Lisboa, dieron espectáculos imprevistos durante la Misa, como que adoraran a la Hostia desde el dosel del altar. La Virgen regresó a Fátima con la compañía de sus palomas. Quedó amplia documentación gráfica. Las palomas se reemplazaban espontáneamente de modo que hubiera siempre dos o tres en el pedestal.

El fenómeno de las palomas se repitió en España, Francia... En los viajes de la Virgen Peregrina.

Mientras tanto, en 1947, Karol Wojtyla tuvo otra experiencia significativa cuando visitó el Convento de San Giovanni Rotondo, en Pietralccina (Italia), lugar donde el Padre Pío, el más famoso estigmatizado del Siglo, comenzaba a obrar prodigios. Allí, el Monje Capuchino le curó de unas dolencias en el tobillo y le aseguró:

—Éste sufrimiento no es nada comparado con el que vas a vivir cuando tu sotana blanca se tiña de sangre.

Karol le respondió que eso era imposible porque él iba a «vestir siempre sotana negra». Poco sabía por entonces, lo acertado de la profecía del Padre Pío. Pero la devoción de éste por la Virgen de Fátima prendió profundamente en él.

Cuando en 1948 la Virgen Peregrina fue embarcada en una fortaleza volante para ir de Fátima a las islas Azores, una distancia de mil kilómetros, las palomas que habían acompañado a la Imagen emprendieron también el vuelo. La máquina voladora demoró tres horas en cubrir el vuelo hasta Angra do Heroísmo, en cambio las palomas invirtieron unas 10 horas. Al día siguiente, ya en las Azores, estaban de nuevo en el pedestal durante la procesión.

Pero los comunistas, de gran influencia entonces en Europa, consiguieron desvirtuar las informaciones de la prensa.


AL BORDE DE LA GUERRA NUCLEAR

Al acercarse el año 1960, el Vaticano solicitó el manuscrito del Tercer Secreto, que fue llevado al Vaticano en 1957. Pero el Papa Pío XII optó por no leerlo, pese a ser un ferviente devoto de la Virgen de Fátima.

Por eso, en 1958, Lucía le comunicó al Sacerdote Agostino Fuentes que:
«La Virgen está muy triste, porque nadie hace caso de su mensaje. Dios va a castigar al mundo de manera terrible si antes no se hace Oración y Penitencia, y no conseguimos la Conversión de Rusia, que será el instrumento del Castigo Celestial. Sólo el Santo Padre y el Obispo de Leira podrían conocer el Secreto, pero no han querido».
El 1 de Enero de 1959, el Comunismo se instala en el poder en Cuba. La entrada de Fidel Castro en La Habana 7 días después, pone el colofón al definitivo triunfo de la Revolución Cubana.

En Agosto, el Papa Juan XXIII recibió el sobre lacrado con el Tercer Secreto. Se dice que tras leerlo, simplemente declaró: «Esto no concierne a mi Pontificado». Según otra versión, luego de su lectura, se habría desmayado. Lo oficial es que un comunicado de prensa del Vaticano afirmó que el Sumo Pontífice había decidido mantener esta profecía «en el más absoluto secreto».

En Mayo de 1960, el presidente ruso Nikita Kruschov prometió que la Unión Soviética defendería el recién creado Gobierno Comunista de Fidel Castro, y en seguida inició proyectos para suministrar a Cuba misiles balísticos capaces de alcanzar las ciudades de la costa este de Estados Unidos.

Tal vez el Tercer Secreto de Fátima hacía una mención a estos hechos, de ahí que se indicara que se comprendería mejor a partir de 1960...

En 1962, siendo Obispo de Cracovia, Karol Wojtyla pidió la intercesión de la Virgen de Fátima cuando una amiga suya, la psiquiatra polaca Wanda Poltawska, enfermó de muerte a consecuencia de un cáncer. Ocho días después, la psiquiatra sanaba repentinamente ante el asombro de los médicos.

En Octubre de ese año se desata la llamada «Crisis de los Misiles de Cuba», cuando Estados Unidos se entera de los misiles rusos en ese país. Nunca como entonces, el mundo estuvo al borde de una Guerra Nuclear.

En Octubre de 1963, la revista «Das Neue Europa» publicó una de las versiones no oficiales del Secreto de Fátima. Ésta lo habría conseguido el periodista Louis Emrich por una indiscreción diplomática, luego de que la Secretaría de Estado del Vaticano lo hubiese enviado a los líderes de Estados Unidos, Rusia e Inglaterra (Kennedy, Kruschov y Harold Mc Millan), con el objeto de evitar la Guerra Nuclear.

En 1967, reconociendo que Juan XXIII le había permitido leerlo, el Cardenal Alfredo Ottaviani, prefecto del Santo Oficio y uno de los hombres más influyentes del Vaticano, afirmó que el Tercer Secreto «lo puso después en otro sobre, lo selló y lo depositó en otro sobre, que también selló, y lo depositó en uno de esos archivos que son como un pozo profundo y oscuro, por lo que es difícil decir dónde se encuentra ahora».

En 1977, al cumplirse 60 años de las Apariciones de Fátima, el Papa Pablo VI viajó a Portugal e incluso se entrevistó con la religiosa Lucía. Seguramente hablaron del Tercer Secreto.

Se ignora si Juan Pablo I leyó el Secreto durante su breve pontificado en 1978, pero se sabe que también se entrevistó con la Hermana Lucía, cuando él era Patriarca de Venecia, y que se mostró muy impresionado por lo que ella le anunció.

El 5 de Mayo de 1978, en Varsovia (Polonia), quedó de manifiesto el pánico de los comunistas a Fátima. El avión en que viajaba la Virgen Peregrina aterrizó y, sin permitir desembarcar, fue escoltado por un vehículo militar, y llevado a un rincón remoto del aeropuerto.

Tras una larga espera y la inspección detallada de la Imagen dentro de un vehículo con un laboratorio electrónico, después de consultar a los jefes (¿del Kremlin?), después de horas de un calor asfixiante bajo un sol que ponía casi candentes los techos de los vehículos y del avión, avisaron que la estatua debía retornar al avión y no volver a salir de él.

«Los comunistas no creen en Dios, pero se asustan mucho ante una imagen de madera de la Madre de Jesús de 15 kilogramos de peso», comentó la prensa.

La imagen fue vigilada por soldados dentro del avión durante tres días, mientras a las personas se las invitó a desembarcar. Lo único que consiguieron —porque no les avisaron— fue que los fieles hicieran un perfil en alambre de la Imagen, que luego fue puesto sobre unas andas y exhibido como la «Virgen de Fátima».


JUAN PABLO II

Sin duda el Papa mayormente relacionado con el Secreto de Fátima es Juan Pablo II, 'el Grande' por muchas razones.

El 22 de Octubre de 1978, cuando inauguró su Papado y los Cardenales desfilaban, arrodillándose ante él, besando su anillo y prestándole fidelidad, el Cardenal Wyszinski, Primado de Polonia (muy querido y admirado por Juan Pablo), empezó a arrodillarse también, pero Juan Pablo se le adelantó y se arrodillaron los dos, y se abrazaron. Un abrazo tan emocionante que su fotografía recorrió el mundo.

Entonces, Wyszinski le dijo:

—Si el Señor te ha llamado, debes hacer entrar a la Iglesia en el Tercer Milenio.

Y le entregó al Papa un anillo de oro hecho especialmente para él, con el lema «Totus Tuus» (Todo tuyo), referido a la Virgen, puesto en el Escudo del Papa. Juan Pablo lo conservó durante 22 años, como su más preciado tesoro.

El 13 de Mayo de 1981, el nuevo Papa recorría la Plaza de San Pedro, saludando y bendiciendo desde su Papamóvil a una multitud de 20.000 personas que le aclamaban.

De pronto, vio a una niña que vestía un hábito de la Señora de Fátima, y se agachó hacia ella en el momento preciso en que el extremista Mehmet Ali Agca, experto tirador, le disparaba dos tiros hacia la cabeza desde una distancia de sólo 3 mts.

Si no se hubiera vuelto hacia la niña, esas dos balas le hubieran atravesado el cráneo, matándolo instantáneamente. Agca disparó otros dos tiros hacia el abdomen.

El magnicida fue detenido con las manos en la masa, y el Papa fue llevado velozmente al Hospital Gemelli. Allí, los médicos se encontraron con que los proyectiles de 9 milímetros habían desconocido la Ley de la Inercia, desviándose inexplicablemente, evitando con ello dañar órganos vitales.

El 14 de Mayo, tras recuperar el conocimiento, su secretario y amigo Stanislaw Dzimiwisz, subrayó el hecho de que la fecha coincidiera con la primera aparición de la Virgen de Fátima. Inmediatamente, el Papa pidió que le trajeran al hospital toda la documentación referente a las apariciones de la Virgen de Fátima.

En Agosto, confió al Obispo Pavel Hnilica, uno de sus muchos visitantes:

—Durante los tres meses que he pasado entre la vida y la muerte, he comprendido que la única solución para salvar al mundo de nuevas guerras y catástrofes, para salvarlo del Ateísmo, es la Conversión de Rusia según el Mensaje de Fátima.

El 14 de Agosto, ya repuesto, el Papa visitó las tumbas de Juan Pablo I y de Paulo VI, consciente de que habría estado descansando junto a sus predecesores, si el 13 de Mayo no hubiera sido salvado milagrosamente:

—Pero el Señor lo dispuso de otro modo y Nuestra Señora —pues todos recordamos perfectamente lo que sucedió el 13 de Mayo— cooperó en ese otro modo.

Poco después recibió el obsequio de una imagen de la Virgen de Fátima, y la envió a una pequeña iglesia de la diócesis de Bialystok (Polonia), en la frontera con la Unión Soviética, donde se quedó mirando a la Unión Soviética, por disposición del Papa.

El 7 de Octubre de 1981, cuando después de 5 meses de interrupción forzosa, el Papa reanudó las audiencias generales en la Plaza de San Pedro, insistió ante los millares de asistentes, periodistas incluidos:

—¿Cómo olvidar que el acontecimiento de la Plaza de San Pedro tuvo lugar el mismo día y a la misma hora en que, desde hace más de 60 años, se conmemora en Fátima, en Portugal, la primera aparición de la Virgen a los tres pastorcillos? Porque realmente ese día experimenté en todo lo ocurrido la extraordinaria protección maternal que demostró ser más fuerte que el mortal proyectil.

El mismo año 1981, el Papa mandó colocar un icono de la Virgen, en mosaico, en la parte superior de un ala del Palacio Apostólico, con la inscripción «Totus Tuus, Mater Ecclesiae» (Todo tuyo, Madre de la Iglesia). Dijo el Papa:

—Los Signos de los Tiempos nos indican que nos encontramos en la órbita de una Gran Batalla entre el Bien y el Mal, entre la afirmación y la negación de Dios, de su presencia en el mundo, y de la Salvación que encuentra en Él su comienzo y su término.


LA PRIMERA CONSAGRACIÓN

Un Domingo de Febrero de 1982, el Papa anunció en la Plaza de San Pedro:

—El próximo 13 de Mayo pretendo ir a Fátima para dar las gracias a la Santísima Virgen, que me protegió como una madre con ocasión del atentado, y también, por supuesto, para pedir a Nuestra Señora que conceda todos sus favores y toda su ayuda a la Iglesia y a la Humanidad.

Comprobó que Sor Lucía había expresado que las Consagraciones hechas por Pío XII y Paulo VI no cumplieron el requisito de invitar a los Obispos a participar en ellas, tal como la Virgen había pedido. El Santo Padre decidió enviar una carta a todos los Obispos del mundo, para garantizar la Consagración que se proponía hacer en Fátima. La carta fue firmada por el Cardenal Casaroli el 20 de Abril de 1982.

El 12 de Mayo, el Papa viajó a Lisboa, donde una enorme multitud le tributó un homenaje apoteósico, y en la tarde voló en helicóptero hasta Fátima. Entre los que le recibieron en Lisboa y los de Fátima suman varios millones. El Obispo de Leiria, Monseñor Alberto Cosme do Amaral, le dio la bienvenida, y le dijo:

—A causa de vuestro amor por Cristo, la Iglesia y la Humanidad, vuestra sotana blanca se manchó de sangre. Saludamos en vuestra augusta persona al mártir y al Buen Pastor que da la vida por sus ovejas.

Juan Pablo II respondió, en correcto idioma portugués, recordando el atentado:

—Al recobrar el conocimiento, mis primeros pensamientos fueron para este Santuario, pues deseaba expresar toda mi gratitud al Corazón de la Madre Celestial que me salvó la vida. En todo lo sucedido vi —y no ceso de repetirlo— la protección especial y maternal de Nuestra Señora. A través de esa coincidencia —y no existen meras coincidencias en los designios de la Providencia—, vi también una llamada a prestar atención al mensaje que, hace 65 años, nos transmitieron tres niños, tres campesinos, los pastorcillos de Fátima como se les llama en el mundo entero.

El rezo del Rosario, seguido por los centenares de miles de peregrinos, fue en varios idiomas, además del portugués: uno de los misterios fue dirigido por el Cardenal Macharski, en polaco, y otro por Monseñor Hnilica, en eslovaco. El Papa lo había dispuesto para pedir indirectamente a la Virgen la libertad religiosa tras el Telón de Acero.

Al día siguiente, el Papa se entrevistó a solas con Sor Lucía durante 25 minutos. De inmediato surgió entre ambos una confianza, como si se hubieran conocido de toda la vida.

—Dios me ha concedido la gracia que deseaba desde hace mucho tiempo: hablar contigo, hija mía —le dijo el Papa, rompiendo todo posible hielo.

Juan Pablo II celebró la Santa Misa, con cánticos y homilía. Finalmente, proclamó la Consagración del mundo, tan esperada:

—Madre de los hombres y de los pueblos, abraza con amor de Madre y de Sierva a este mundo humano nuestro que te confiamos y consagramos llenos de inquietud por el destino terrestre y eterno de los hombres y de los pueblos. De modo especial, te entregamos y consagramos los hombres y las naciones, especialmente aquellos necesitados de esta devoción y esta consagración. [...]

»¡Líbranos del hambre y de la guerra! ¡Líbranos de la Guerra Nuclear, de una destrucción incalculable y de toda clase de guerra! De los pecados contra la vida del hombre desde sus primeros instantes, ¡Líbranos! De todo tipo de injusticia en la vida social, nacional e internacional, ¡Líbranos! De la facilidad para despreciar los Mandamientos de Dios, ¡Líbranos! De los pecados contra el Espíritu Santo, ¡Líbranos! ¡Líbranos!».

Por la tarde, a la hora del atentado de un año antes, Juan Pablo II se postró en oración públicamente, arrodillado ante la imagen de la Virgen. A los 45 minutos, su secretario se acercó y le indicó que había que continuar. Pasó la noche en Lisboa, y regresó a Roma al día siguiente, con la conciencia tranquila por haber consagrado el mundo según su leal saber y entender.

Pero la tranquilidad duró poco. El Nuncio del Papa en Lisboa preguntó a Sor Lucía si estaba satisfecha de la Consagración hecha en Fátima. Ante su sorpresa, Sor Lucia contestó que no. Escribió entonces una carta al Papa, explicando que no había sido válida porque, aunque la carta escrita por Casaroli a los Obispos fue una gestión importante, les llegó demasiado tarde para poder organizar su viaje. Además, en la carta solamente se les informaba del evento, y había que haberles invitado a unirse a él. Hubo entrevistas de Sor Lucía con algunos clérigos comisionados por el Papa, y Juan Pablo II decidió hacer otra Consagración.

Mientras tanto, en Diciembre de 1983, el Papa visitó a Ali Agca en la Celda 47 de la Prisión Ascoli-Piceno, donde se encontraba. Por espacio de 21 minutos, ambos hablaron a solas. Después del encuentro, Alí declaró:

—Me ha hablado del Tercer Secreto de Fátima... Caerán las Naciones, quedarán destruidas América y Rusia.

Ya en el proceso, Agca había declarado que el atentado estuvo vinculado con «El Secreto de Fátima», y que una misteriosa mano le había desviado el punto de mira cuando intentaba asesinar al Pontífice.

En 1985, Agca llegaría a declarar:

—El atentado contra el Papa está vinculado al Tercer Secreto de Fátima. ¡En nombre de Dios Omnipotente, os anuncio el Fin del Mundo!


LA SEGUNDA CONSAGRACIÓN

La agenda de Juan Pablo estaba muy llena, y no le era posible ir a Fátima esa vez. Preparó el viaje de la Imagen de Fátima a Roma (ante el estupor de muchos) y se avisó a los Obispos Católicos de todo el mundo con mucho tiempo, de acuerdo a las indicaciones de Sor Lucía, invitándoles a sumarse a la Consagración. Además, el Papa invitó también a cuantos Obispos Ortodoxos pudo, con notable éxito.

El Papa estaba impaciente ante la próxima llegada de la Imagen a Roma.

—La recibiremos con todo el cariño que inunda nuestro corazón —dijo.

Por fin, el 24 de Marzo de 1984, la Imagen de la Señora de Fátima llegaba al aeropuerto de Roma. La acompañaban dos Servitas (personas que sirven voluntaria y gratuitamente en el Santuario de Fátima) y sus esposas, y tres clérigos: 7 personas en total, todas de Portugal.

Cuando desembarcaron llevando la imagen, sintieron el ruido seco y fuerte producido por el golpe sincronizado de las manos con las culatas de los fusiles de un batallón de carabinieri que, en correcta formación, efectuaron la instrucción:

—¡Presenten! ¡Armas!

Éste es un homenaje reservado a los Reyes y personas muy importantes. La estatua que había sido retenida en el avión como indeseable en Varsovia en 1978, era tratada, en Roma, como Emperatriz del Universo en 1984.

En un helicóptero llegaron hasta el Vaticano, donde los recibieron el Papa, feliz, los guardias suizos, y la policía italiana, que sumados a algunos presentes, formaron una pequeña procesión, con cirios, y llevaron la Imagen a la Capilla Paulina, para la veneración de los fieles. Más tarde, pasó a los apartamentos pontificios, donde se cuenta que el Papa pasó la noche entera rezando ante ella.

Al día siguiente, en la Plaza de San Pedro, repleta de peregrinos, la Imagen lucía su preciosa corona, y un Rosario de Oro regalado por el Papa en sus manos. La imagen se veía bien, aún siendo pequeña, porque estaba en un pedestal bien visible.

El Papa celebró la Santa Misa, y dio una homilía sobre la familia. Al terminar, al Mediodía, hora del Ángelus, el Papa se arrodilló ante la Virgen y comenzó la Consagración. Fue muy parecida a la que hizo en Fátima en 1982, con las adiciones pedidas por Sor Lucía.

Por la tarde, al despedir a la Imagen, de nuevo el Papa puso de manifiesto su intensa relación con la Virgen de Fátima:

—Señora de Fátima, a quien confiamos nuestra devoción y nuestra gratitud desde lo más íntimo de nosotros mismos: has querido venir a visitarnos a Roma en este día tan importante. ¡Te lo agradecemos infinitamente! ¡Qué agradecidos estamos! ¡Qué gracia nos has concedido honrándonos con tu presencia, yo diría más, personal!

A la mañana siguiente, uno de los portugueses habló por teléfono con Sor Lucía. El Papa le preguntó qué había dicho de la Consagración. La religiosa había respondido que el Santo Padre había hecho todo lo pedido por la Virgen. El Papa quedó muy contento.

Les dio a los Servitas un regalo que no esperaban: una de las balas que entró en su cuerpo. La llevaron a Portugal, donde el joyero que había hecho la corona la introdujo en un hueco de la misma donde encajaba muy bien. Ahora la bala es un adorno más de la magnífica corona de la Virgen.


EL MUNDO A SALVO

A partir de la Consagración hecha por Juan Pablo II en 1984, se empezaron a consolidar como por ensalmo las disidencias con el Gobierno en varios de los países de Europa Oriental sometidos al Comunismo: en Polonia, en Checoslovaquia, en Hungría, en Alemania Oriental...

El 11 de Mayo de 1985, Mijaíl Gorbachov llegó al poder en Rusia, trayendo consigo la Perestroika, y el 9 de Noviembre de 1989 se inició la demolición del Muro de Berlín (y de las barreras policiales, alambradas y demás que impedían el paso entre la Alemania del Este y la del Oeste).

Hombre abierto y amante de la paz, el 1 Diciembre de 1989, Gorbachov visitó con su esposa a Juan Pablo II en el Vaticano, entrevista que hubiera sido impensable seis años antes. El encuentro fue muy cordial, se fraguó una intensa amistad entre ellos, y una veneración de los dos rusos hacia el Papa y el Cristianismo.

El Papa pidió libertad religiosa en la Unión Soviética, que fue concedida a la brevedad posible por Gorbachov. Además, este desmembramiento del Imperio Marxista, se consiguió sin derramamiento de sangre. La Guerra Fría, con su amenaza constante de Destrucción Nuclear Masiva, había terminado. La Virgen de Fátima había cumplido su promesa.

Es más, el 13 de Mayo de 1991, al cumplirse 10 años del atentado que casi le cuesta la vida, el Papa viajó nuevamente a Fátima en Peregrinación de Acción de Gracias a la Virgen, «cuya mano ha guiado milagrosamente el proyectil».

En 1992, Gorbachov expresó:

—Todo lo ocurrido en Europa Oriental a lo largo de estos últimos años, no hubiera sido posible sin la presencia de ese Papa, sin el papel —también político— que ha sabido representar a nivel mundial.

El propio Juan Pablo II fue más modesto respecto al papel desempeñado por su persona:

—Hay que evitar las excesivas simplificaciones [...]. El Comunismo ha caído a consecuencia de sus propios errores y abusos —dijo a Vittorio Messori.

Pero también dijo que el atentado del 13 de Mayo fue necesario para hacer todo más claro y comprensible, y permitir así que Dios se hiciera oír. Y en otra ocasión dijo al periódico italiano La Stampa:

—Creo que si ha habido un papel determinante es el del Cristianismo, de su contenido, de su mensaje religioso y moral, de su defensa intrínseca de la persona humana y sus derechos. Yo no he hecho más que recordar, repetir e insistir en el hecho de que ese es un principio que hay que observar.

Preguntada Sor Lucía en una carta por la periodista Aura Miguel, respondió:
«Estoy totalmente de acuerdo con las palabras del Santo Padre Juan Pablo II, en su respuesta a la pregunta sobre los recientes acontecimientos acaecidos en Europa del Este y en Rusia. Yo creo que se trata de una intervención de Dios en el mundo para librarlo de una Guerra Atómica que podría destruirlo. Y es una llamada urgente a la Humanidad para una fe más vívida, una esperanza más confiada, un Amor de Dios y del prójimo más activo en el respeto mutuo de la dignidad, los derechos y la vida de la persona humana, en la observancia de los Mandamientos de la Ley de Dios tal y como fueron promulgados por Él desde el principio».

ENTREVISTA A LUCÍA

En Marzo de 1998, la revista portuguesa «Christus», publicó la primera entrevista concedida por la Hermana Lucía, que cumplía 91 años ese mismo mes. Desde el Convento de las Madres Carmelitas de Coimbra (donde se encontraba viviendo desde hacía casi 50 años), dialogó con los Cardenales Antony Padiyara (India) y Ricardo Vidal (Filipinas).

Reproducimos parte de la Entrevista:
—¿La Paz en el Mensaje de Fátima es una Paz Mundial e instantánea?
LUCÍA: La referencia a la paz debe ser entendida como paz o alivio de los errores, una paz que en un momento dado estaba obstruida por los errores del Comunismo Ateo. [...]

»La paz no es una milagrosa Paz Mundial, sino una paz en relación a las guerras de los errores promovidos por Rusia en el mundo entero.

»El Ateísmo es todavía el mayor instrumento utilizado por el Demonio en nuestros días, porque es un grave Pecado contra Dios, que niega su propia existencia dando paso a la práctica de toda una variedad de actos diabólicos como el Aborto. El Ateísmo es lo que más condena. Y la mayor herejía que existe, y es parte del Comunismo Ateo. Podría ser un Comunismo que no fuese ateo...».
—¿Por qué a pesar de la Consagración no hay paz en Rusia?
LUCÍA: «Porque las guerras que existen ahora prácticamente no son de Ateísmo, sino civiles. Las personas luchan por el poder. Las guerras que hoy existen en el mundo son civiles y no mundiales. Es algo que existe normalmente. A pesar de que todavía existe el Ateísmo, creo que ya no aquel que quería destruir la Fe, la Iglesia de Dios y todo lo que es Sobrenatural...

»Todo lo referente al Materialismo parte del Ateísmo, del Marxismo. Por ejemplo, la Virgen dice que las guerras que se producen podrían ser evitadas a través de la Oración y del Sacrificio. Esta es la razón por la que Nuestra Señora pidió la Comunión Reparadora mediante la Consagración a Ella.

»Las personas esperan que las cosas sucedan en el espacio de tiempo personal e inmediato. Fátima está todavía en su Tercer Día. El Triunfo es un proceso continuo. Nos encontramos en el Período de la Post-Consagración.

»El Primer Día fue el Período de las Apariciones. El Segundo, el Período Post-Apariciones, Pre-Consagración. La Semana de Fátima aún no terminó. Y yo no podré llegar a ver la Semana entera. Fátima no ha hecho más que comenzar. ¡Cómo va a terminar todo tan pronto!».
El 13 de Mayo del 2000, el Papa estaba en Fátima, para beatificar a Jacinta y Francisco. Recordó, nostálgico, aquel 22 de Octubre de 1978, cuando el Cardenal Wyszinski, le entregó el anillo de oro con el lema Totus Tuus. Y entregó su anillo a la Virgen.

—Estoy aquí. Misión cumplida. Haz lo que quieras de mí.

Había llevado la Iglesia hasta el Tercer Milenio. Estaba disponible para otra Misión. Totus Tuus.

4 comentarios:

  1. Muy hermoso, me he quedado con un nudo en la garganta.

    En todo caso vi en Youtube un video de unas apariciones que se le atribuyen a la Vírgen María en una iglesia copta, creo que en Rusia.

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  2. este bendiga. documento a llegado en el mejor momentos mi vida donde el vacio y ateísmo invaden mi alma y mi corazón, gracias por estos escritos que fortalecen y renuevan mi fe en mi Dios y su madre santísima y purísima siempre Virgen María bendiciones a todos los que an hecho posible estos escritos.

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  3. gracias por este mensaje mas que un documento . esperemos que la gente , no solo el ateo vea a Dios y se convierta con ayuda de la virgen , saludos

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  4. la verdad para el que quiera oir,elegir lo que su alma busca

    https://www.youtube.com/watch?v=3n2IG4yzC78

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