Los términos pseudoescepticismo y escepticismo patológico son usados para referirse al fenómeno que se da cuando ciertas formas de escepticismo se desvían de la objetividad y neutralidad científica. El uso del término ha estado circunscrito en la discusión filosófica por más de un siglo, pero ha sido sólo hasta hace poco que ha sido objeto de intentos sistemáticos de definir y delimitar el concepto. El análisis mejor conocido ha sido llevado a cabo por Marcello Truzzi, quien en 1987 manifestó:
En tanto que el «escepticismo» se refiere más bien a la duda que a la refutación —al dudar más que al creer— los críticos que toman una posición negadora en vez de una agnóstica son en realidad pseudoescépticos.
CARACTERÍSTICAS DE LOS PSEUDO-ESCÉPTICOS
El primer análisis extenso del término «pseudoescepticismo» fue llevado a cabo por Marcelo Truzzi, catedrático de sociología en la universidad de Eastern Michigan, quien en 1987 postuló que los pseudoescépticos muestran las siguientes características:
La tendencia a más bien negar que a dudar.
Usar una doble vara de medir en sus análisis críticos.
Emitir juicios sin una completa investigación.
La tendencia a desprestigiar más que a investigar.
Uso de ataques ad hominem.
Presentación insuficiente de evidencias o pruebas.
Referirse peyorativamente a los que proponen determinada disciplina como «promotores», «pseudocientíficos» o practicantes de «ciencia patológica».
Al censurar asumir que no es requerido el deber de la prueba.
Hacer contraargumentos no comprobados.
Contraargumentar basándose en lo que parece más razonable o plausible en vez de en la evidencia empírica.
Insinuar que una evidencia poco convincente es un fundamento para descartarla.
Tendencia a descartar «toda» evidencia.
ESTUDIOS ACADÉMICOS
Un curso de primavera en la universidad de Colorado, «Lindes de la Ciencia» que «examina la evidencia de fenómenos paranormales, y razones para el escepticismo», incluye un capítulo que muestra «como un sano escepticismo puede ver a través de asertaciones infundadas, y como el escepticismo patológico puede trabajar en contra de una honesta investigación científica».
El Laboratorio para Avances en la Conciencia y la Salud de la Universidad de Arizona, liderado por el catedrático Gary Schwartz, afirma proporcionar «un foro serio en el que llevar a cabo una investigación sistemática en escepticismo patológico, correlaciones ilusiorias, y autoengaño en la ciencia, la sociedad, y las relaciones humanas». La investigación en el laboratorio sobre «el rol del propósito consciente en el vigor de la medicina y la curación, y en la posibilidad de la supervivencia de la consciencia después de la muerte física» ha sido criticado en el Skeptical Inquirer porque no tuvo en cuenta explicaciones que no fuesen paranormales en las observaciones registradas.
El etnólogo David J. Hufford de la universidad del estado de Pennsylvania utiliza el término «escepticismo radical» para referirse a los prejuicios y discriminaciones que según él adoptan muchos —quizá la mayoría— de los científicos académicos. Después de leer y analizar los trabajos de muchos escéticos y debunkers, Hufford sostiene que se puede encontrar rápidamente:
invocaciones a la autoridad, falacias post hoc, argumentos ad hominem y un amplio abanico de otros prejuicios cognitivos. No obstante, debido a que esta dimensión inductiva del análisis académico normalmente no presenta a escrutinio y debido a que una gran parte del trabajo consistente en enmarcar las preguntas y establecer las fronteras para el discurso académico sobre 'lo sobrenatural' en una gran medida se estableció entre varias generaciones... y varios siglos atrás... la parcialidad sistemática de esta tradición hoy en día opera de forma casi invisible.
HISTORIA DEL CONCEPTO
El término «pseudoescepticismo» parece tener sus orígenes entre el siglo XIX y comienzos del XX.
El 31 de agosto de 1869 el filósofo suizo Henri Fréderic Amiel escribió en su diario:
Mi instinto está en armonía con el pesimismo de Buddha y de Schopenhauer. Es una duda que nunca me abandona, incluso en mis momentos de fervor religioso. Para mí la naturaleza es desde luego maya; y la miro, como si así fuese, con los ojos de un artista. Mi intelecto permanece escéptico. ¿En qué creo entonces? No lo sé. Y ¿qué es lo que espero? Sería dificil de decir. ¡Tonterías! Yo creo en la bondad, y espero que el bien prevalezca. Debajo de mi irónica y decepcionada persona hay un niño escondido - una criatura honesta, triste, simple, que cree en los ideales, en el amor, en la divinidad, y en todas las supersticiones sagradas. Todo un milenio de poemas duerme en mi corazón; soy un pseudoescéptico, un pseudo-burlador.En 1908 Henry Louis Mencken escribió acerca de la crítica de Friedrich Nietzsche sobre el filósofo David Strauss que:
Strauss ha sido un predicador pero ha renunciado a los hábitos y se ha establecido como un crítico profesional del cristianismo. Él ha trabajado con buenas intenciones, sin ninguna duda, pero el resultado final de su agnosticismo orgulloso de sí mismo fue que sus disciplinas estaban tan autosatisfechas, eran tan intolerantes, y estabab tan llenas de prejuicios aún presentadas bajo el atuendo del agnosticismo como habían estado antes de......... El ojo de Nietzsche vio esto en el primer pequeño folleto «David Strauss, der Bekenner und der Schriftsteller» («David Strauss, el confesor y el escritor»).......John E. Sitter, catedrático de inglés de la universidad de Notre Dame, utilizó el término en 1977 en una discusión de Alexander Pope: «La intención de Pope, creo, es dar una reprimenda al escepticismo del lector - el pseudoescepticismo del demasiado confiado 'tú'...».
El término «pseudoescepticismo» fue popularizado y descrito por Truzzi en 1987, en respuesta a grupos escépticos que aplicaban la etiqueta «pseudocientífico» a disciplinas que Truzzi pensaba que mejor deberían ser descritas como protociencias.
El divulgador científico C. Eugene Emery, Jr. comparó el grado de escepticismo de artículos de materias pseudocientíficas en enciclopedias de distribución digital. Él llamaba a dichos artículos «pseudoescépticos» si sólo se hacía notar o se sugería que la materia era «contenciosa, pero pudiendo ser que el autor no supiera por qué».
CONTROVERSIA EN TORNO AL CONCEPTO
La «Society for Scientific Exploration» (SSE) (Sociedad para la Exploración Científica) ha sido criticada por el divulgador científico Michael Lemonick por ser «extrema» pero también por mostrar «una sorprendente actitud escéptica».
Un miembro de la SSE, L. David Leiter, cree que el escepticismo organizado podría ser llamado pseudoescepticismo patológico. De acuerdo con Leiter, la etiqueta «escéptico» «se aplica a alguien cuyos procesos mentales apuntan continua e inflexiblemente en la dirección de la duda». Él argumenta que hay miembros de ciertas organizaciones escépticas, que «en vez de llegar a tener un pensamiento científico, se convierten en seguidores del cientifismo, el sistema de creencia en el cual la ciencia y solo la ciencia tiene todas las respuestas para todo» y aunque muchos pseudoescépticos no están por la labor de invertir tiempo en «leer de manera significativa en la literatura de las disciplinas sobre las cuales son más escépticos».
A veces, alguos grupos se acusan unos a otros de ser pseudoescépticos. En relación a las etiquetas de «dogmático» y «patológico» que la «Association for Skeptical Investigation» (Asociación para la Investigación Escéptica) utiliza referiéndose a las críticas de investigaciones paranormales, Robert Todd Carroll del «Skeptic's Dictionary» (Diccionario Escéptico) dice que esa asociación «es un grupo de investigadores y simpatizantes pseudoescépticos que no aprecian la crítica de estudios de fenómenos paranormales por auténticos escépticos y pensadores críticos».
Dirección del artículo:
http://es.wikipedia.org/wiki/Pseudoescepticismo
Das pena, magufo
ResponderEliminarDas pena tú, pseudo-escéptico de pacotilla y sin argumentos.
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